Niños y SIDA: evitar la transmisión de madre a hijo, proporcionar medicinas apropiadas

Fuente: Alianza Ecuménica de Acción Mundial
Por Juan Manuel Cocco

Evitar la transmisión del VIH de madre a hijo y proporcionar medicinas adecuadas a los niños que viven con el virus son dos objetivos compartidos por organizaciones religiosas y seculares preocupadas por el impacto del VIH y SIDA en la niñez.

“Para nosotros, es muy importante tratar el tema del VIH y SIDA con el mundo religioso”, dice Nils Arne Katsberg, director para América Latina y el Caribe del Fondo de Naciones Unidas para la Niñez (UNICEF). Los líderes religiosos pueden contribuir “a generar conciencia para que las mujeres embarazadas se hagan el test del VIH, para evitar la transmisión vertical, de madre a hijo”, dice.

“Las iglesias hablan mucho de proteger la vida y eso es valioso para nosotros. Si a una madre no se le llega con el test a tiempo, primero, existe altísimo riesgo de transmisión al bebé y, segundo, si la mamá no accede al tratamiento no va a poder cuidar a ese niño, que va a quedar huérfano”, explica Katsberg.

Según cifras del Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre SIDA (ONUSIDA), en 2007 unos 55 mil niños y niñas menores de 15 años vivían con VIH en América Latina y el Caribe. El mismo año, alrededor de 7.500 contrajeron el virus y 4.300 murieron a causa de enfermedades relacionadas con el SIDA.

Niños abogan por medicinas pediátricas apropiadas

Los niños que viven con VIH tienen muchas menos chances que los adultos en la misma situación de recibir tratamiento con medicación antirretroviral. Mientras 30 por ciento de los adultos que viven con el VIH recibe el tratamiento antirretroviral, sólo 15 por ciento de niños que viven con el virus tiene acceso a él.

En respuesta a esta realidad, la Alianza Ecuménica de Acción Mundial lanzará hacia fines de año una campaña destinada a generar conciencia de la innecesaria pérdida de miles de vidas, debida a diagnósticos inadecuados y a la deficiente o incorrecta administración de antirretrovirales a niños que viven con VIH.
La campaña movilizará a niños de entre 11 y 16 años para que escriban cartas sobre el tema a gobiernos, empresas farmacéuticas y medios de comunicación.

Los organizadores planean extenderla hasta noviembre de 2009, cuando se cumplen 20 años de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de Niño. La Convención reconoce el derecho de los niños al más alto estándar alcanzable salud.

En América Latina y el Caribe, 16.571 niños y niñas con VIH recibieron tratamiento antirretroviral en 2007, comparado con 10.628 en 2005, un aumento de 56 por ciento.

Se calcula que en la región unas 36 mil mujeres embarazadas que viven con el VIH necesitan medicamentos antirretrovirales para prevenir la transmisión vertical - de madre a hijo - del virus.

Un 36 por ciento de madres que viven con el VIH reciben servicios para prevenir la transmisión del VIH de madre a hijo. La proporción mejoró en relación con 2004, cuando era 24 por ciento.