El controvertido rol de las comunidades de fe en la prevención del VIH

Fuente: La Alianza Ecuménica de Acción Mundial

Ciertas posturas religiosas que no pueden acomodar fácilmente algunos métodos de prevención del VIH, como el uso de condones (o preservativos), fueron criticadas en la Conferencia Internacional SIDA 2008, mientras el diálogo y la colaboración con comunidades y organizaciones basadas en la fe fueron destacados como una necesidad.

El rol de las organizaciones religiosas en la prevención fue discutido en una sesión en la cual no hubo panelistas representando organizaciones basadas en la fe que participan en la conferencia.

La investigadora social Gabriella Rodríguez, de México, afirmó que “el catolicismo considera al cuerpo como un tabú, como un organismo peligroso y lleno de impureza. Y, a través de la castidad, ha reforzado la sexofobia y la homofobia”. Citando al filósofo francés Michel Foucault, Rodríguez sostuvo que las religiones aplican una tecnología de control sobre los cuerpos.

Rodríguez consideró que las tendencias conservadoras están en aumento en el mundo, y mencionó como ejemplo la postura del Papa Benedicto XVI sobre matrimonio, homosexualidad y anticoncepción.

El rol del hinduismo fue tratado por Ashok Row Kawi, de la India. Ex religioso hindú él mismo, Kawi publicó la primera revista por los derechos de los homosexuales en Nueva Delhi. Según él, cuando el SIDA llegó a la India en 1986 comenzó siendo considerado una “enfermedad extranjera”. India es la segunda región con más personas viviendo con VIH, después del Africa subsahariana.

Kawi cree que la actitud de negación frente al VIH en su país se basó en una tradición histórica que, desde la época mongol, condena la homosexualidad. Sin embargo, algo especial ocurrió en 2002 cuando el Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre SIDA (ONUSIDA) convocó a líderes religiosos del país para que participaran en la respuesta al VIH. “Fue muy impactante verlos a todos juntos”, dijo Kawi.

El antropólogo Richard Eves, de Australia, investigó cómo diversas religiones abordan el problema en Papúa Nueva Guinea, en el Pacífico Sur. “Hay una idea de un castigo de Dios y algunas iglesias tienen una visión apocalíptica que el VIH vino a confirmar”, señaló. Además, ciertos líderes religiosos se oponen al uso del condón. “Algunas iglesias pentecostales sostienen que su uso lleva al infierno”, dijo. “La religión, al menos en nuestro país, es una barrera a la prevención”, concluyó.
Los cientos de participantes que desbordaron la sala recibieron una perspectiva más matizada sobre el rol de las comunidades de fe en la respuesta al VIH y SIDA cuando activistas de la Alianza Ecuménica de Acción Mundial distribuyeron ejemplares del boletín “Fe en Acción”, que se publica durante la conferencia.

En sus páginas pudieron leer, por ejemplo, sobre las actividades de la Red Africana de Líderes Religiosos Viviendo con o Personalmente Afectados por el VIH y SIDA (ANERELA+, por su sigla en inglés). ANERELA+ promueve un enfoque preventivo basado en “prácticas seguras, acceso a medicamentos, test y asesoramiento voluntario, y facultar” a las personas para la acción (conocido como SAVE, por sus siglas en inglés). Este enfoque incluye el uso de condones.

Nithya Krishnan, informante de la sesión, subrayó que, aparte de Rodríguez, los otros expositores apoyaron decididamente la idea de un diálogo entre grupos religiosos y quienes desarrollan campañas de prevención del VIH. “La religión es una realidad, la sexualidad es una realidad, y es necesario un trabajo concomitante entre quienes hacen prevención del VIH y las organizaciones religiosas”, reportó.

Según Krishnan, la conclusión de los expositores sobre el rol de las religiones fue que, “dado que la religión es predominante en muchas partes del mundo, es necesario reconocerla abiertamente y tratar de trabajar de manera conjunta con las organizaciones religiosas en la prevención y el tratamiento del VIH y SIDA”.